Serán Chela o Serrano. Aunque con Marco sería más interesante.
El Duartismo está nervioso. Primero porque aunque hay buena
relación entre algunos precandidatos, hay otros que no se pueden ni ver y conforme
pase el tiempo será peor.
¿Quién lleva la ventaja? En las encuestas, Quezada, el no
duartista es justamente quien parece ganar en cada una. Tanto que ya en algunas
ni lo incluyen, para que no haga mosca; a fin de cuentas él tiene qué
entretenerse con los asuntos jurídicos que lo ahogan.
Hay quien dice que la relación entre Duarte y Beltrones es
lo suficientemente buena como para sacar al candidato de unidad al que le daría
el visto bueno el Presidente; pero también hay gente cercana al sonorense que
asegura que al de Chihuahua se le pasó la mano con el juego de que iba a ser
dirigente nacional. Beltrones mostró absoluta institucionalidad y lealtad a
Peña una vez que le reconoció el derecho estadístico a la candidatura del
2011/2012; además de que sus servicios al Presidente y al partido como legislador
durante el primer trienio no fueron pocos. Esto le dio una relativamente sencilla
pero contundente posibilidad de hacerse con el CEN del tricolor; y todos lo
sabíamos, pero para que el juego de la democracia tenga sabor había qué decir
que había otros posibles sucesores de Camacho. Sólo que al gober se le pasó la
mano, dicen; Beltrones tomó a mal que hubo un momento en que parecía que eran
reales las aspiraciones del ballezano y aunque pocos son tan cuidadosos con la
forma como don Manlio, también es cierto que su fragua en la vieja escuela del “paciencia
de cocodrilo y memoria de elefante” podrían hacerle preferir la designación
unilateral del candidato o candidata en 2016.
Si Duarte pudiera, posiblemente sería Serrano. Teto ya le
jugó en contra alguna vez y el actual jefe sabe que se “destetaría” demasiado
pronto del duartismo. Lilia se le adelantó, cuando dijo que ella también quería,
saltaron chispas en Palacio. Naturalmente Marco sería la última opción del
régimen actual, Garfio tiene un nivel de aceptación demasiado bajo entre la
población y Chela es mujer. Lamentablemente eso todavía complica las cosas en
un panorama electoral con fuertes tintes machistas.
César lo sabe,
Serrano es probablemente quien tiene un perfil propio, mucha lealtad para con
el jefe y esto probablemente bastaría.
Si Manlio mete mano, posiblemente sería Chela, cosa que a
Duarte no le disgustaría; y aunque le preocupara una posible debilidad de una
mujer ante cientos de miles de electores sumamente machistas, lo cierto es que
también podría abonar a dulcificar el cariz del duartismo. El voto antiduarte
se va a hacer sentir, pero alguien que no tiene mucha guerra sucia a cuestas
todavía, y quien es más difícil de atacar directamente por su condición de dama
en este patético clima patriarcal, podría ser una buena opción, además de
tratar de limar asperezas con el CEN antes de que se le acabe el veinte.
Si Serrano no llega a ser, es porque le habrán obligado a negociar
al jefe. Si Chela no fuera es porque ni siquiera permitieron que gobierno del estado
opinara; y si fuera Marco… los periódicos se pondrían bien interesantes.
- Por: Unknown -
Artículo: Serán Chela o Serrano. Aunque con Marco sería más interesante.