Articulan proyecto para celebrar a Vicente Leñero dramaturgo
Como un homenaje y para celebrar la obra del reconocido
dramaturgo Vicente Leñero (1933-2014), la Compañía Nacional de Teatro (CNT)
estrenará a mediados del próximo enero un montaje en el que se entretejen las
tramas de las obras Los albañiles, Pueblo rechazado y El juicio:
el jurado de León Toral y la madre Conchita.
Esa puesta en escena es la primera parte de una trilogía, de
lo que la CNT articula como Proyecto Leñero.
Se trata de una versión libre de esas tres notables obras,
las cuales de cierta manera se han sintetizado para compaginarse durante el
montaje, trabajo dramatúrgico realizado por los creadores escénicos Estela
Leñero, José Ramón Enríquez y Luis de Tavira.
Originalmente, Los albañiles es una novela que
Vicente Leñero escribió en 1963, cuya trama policiaca describe la situación
social y familiar de los obreros de la construcción y los métodos del sistema
judicial mexicano.
Escrita como obra de teatro en 1970, la historia gira en
torno al brutal asesinato de don Jesús, velador de una obra en construcción,
cuya personalidad implica también cierta maldad y perversidad. Debido a ese
crimen, los trabajadores son interrogados, golpeados y torturados por los
agentes judiciales. Durante los interrogatorios sale a la luz que cada uno de
los sospechosos, incluso el ingeniero de la obra, podría tener un motivo para
haber cometido el crimen.
Inspirado en un caso real, su primera obra, Pueblo
rechazado, fue escrita en 1969. La obra teatral original se basó en el
caso del padre Gregorio Lemercier, quien renunció a los hábitos por decisión
del Vaticano, porque había sido condenado por aplicar el sicoanálisis a la
vocación sacerdotal.
Lemercier, con el cobijo del obispo Sergio Méndez Arceo,
había instalado en Cuernavaca un monasterio en el que los religiosos tenían
oportunidad de acceder al sicoanálisis. Enjuiciado por el Santo Oficio –la
versión moderna de la Santa Inquisición–, Lemercier fue condenado y tuvo que
renunciar al sacerdocio.
El juicio..., 1972, es una obra con la que Leñero
inicia sus trabajos de teatro documental y en la que amalgama los juicios a
José de León Toral, acusado de la autoría material del asesinato del general
Álvaro Obregón, y a Concepción Acevedo de la Llata, la Madre Conchita, de
ser la autora intelectual. Se trata de una historia que refleja las tensiones y
enfrentamientos entre el Estado y el movimiento cristero.
Más que una puesta en escena de las obras de Leñero, se
intenta una aproximación a su dramaturgia, como una manera de rendirle
homenaje, explica De Tavira, director artístico de la CNT.
El montaje que será estrenado en enero, adelanta el creador
escénico, es una primera parte, en el que se entretejen las visiones del mundo
que Leñero plantea en esas sus primeras obras.
“Obviamente es una versión libérrima de las obras de Leñero,
la cual intenta descubrir y articular los vasos comunicantes que hay entre
éstas, toda vez que pertenecen a una misma preocupación, en la que aparecen
constantes muy claras.
Entre ellas se pueden señalar: la acción de buscar o la
equivocación en la búsqueda de Dios; los procesos o métodos para encontrar la
verdad, en este caso sobre la indagación de un crimen, o un juicio del Santo
Oficio a una propuesta de un prior audaz, que implica el sicoanálisis como la
indagación del sujeto, o la imposición de lo que hoy se ha llamado la verdad
histórica en torno al asesinato de un personaje fundamental de la Revolución
Mexicana.
La propuesta estética-escenográfica, continúa De Tavira,
implica uno de los elementos más valiosos en la dramaturgia de Leñero: la
simultaneidad escénica o juegos temporales que hablan de una estructura
cinematográfica. La escenografía es una estructura que va rotando de acuerdo
con el desarrollo de la trama.
Con el montaje de las obras de Leñero se espera que el
efecto en el espectador sea el de acercarse a la lectura de esa enorme y
poderosa dramaturgia, señala el director.
El país donde nadie sabe nada “Inicialmente –prosigue De Tavira– se trabajó en equipo,
integrado por Estela Leñero, José Ramón Enríquez y yo. Estela presentó un
espectro muy exhaustivo de la obra de Leñero y lo que hice al final fue
concentrarme en un horizonte más breve y concreto de esas tres obras.
“Se hizo una síntesis de recorrido de peripecia; por
ejemplo, en Los albañiles mataron a don Jesús, entonces la cuestión
es quién fue. Vemos que detrás de toda hipótesis hay una tragedia. Nos quisimos
asomar a la tragedia que hay detrás.
“En el caso de Pueblo rechazadonos concentramos en el
conflicto con la autoridad y la estructura de la Iglesia. Y en El
juicio..., en las hipótesis de que Obregón fue asesinado con distintas
armas, pues con ello se refrenda lo que Vicente Leñero proponía y concluía:
México es el país en el que nadie sabe nada, situación que hasta nuestros días
seguimos viviendo”, expresa De Tavira.
La segunda parte del Proyecto Leñero integrará dos
obras con la posibilidad de articular una tercera. En este caso sería la visión
de los bajos fondos en la dramaturgia del autor.
Ese montaje integrará la adaptación teatral del libro Los
hijos de Sánchez,de Oscar Lewis; la obra Jesucristo Gómez y
probablemente se incluya algún episodio de Los perdedores.
Una tercera etapa sería el montaje de Nadie sabe nada, que
de acuerdo con De Tavira es la obra más vigente de todas, ya que aborda la
persecución y asesinatos de periodistas y la imposibilidad de los mexicanos de
acceder a la verdad.
Fuente: Jornada
- Por: Juego_político -
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