EL POLÉMICO TRANSPORTE MUNDIAL

En sólo cinco años, Uber se posicionó como el servicio de transporte ideal para millones de personas. Sin embargo, su enorme popularidad le ha provocado un centenar de problemas legales, mismos que podrían significarle una eliminación total o, en el mejor de los casos, una regulación a nivel mundial que le brindaría mayor alcance.

Lo más increíble aún es que lo lograron sin contar con una sola unidad propia, esto debido a que los conductores utilizan sus propios autos para brindar el servicio. Sin embargo, la creciente popularidad que experimenta la compañía trae consigo miles de problemas legales inesperados que podrían frenar el avance de esta compañía que se jacta de ser el chofer privado de casi todo el mundo.

El origen de todo

Uber Technologies Inc. se fundó en el año de 2009 bajo el nombre de UberCab por los empresarios estadounidenses Travis Kalanick y Garret Camp en la ciudad de San Francisco, California. Ambos pensaron en formar una compañía que ayudara a eficientar la movilidad en las grandes, y cada vez más congestionadas, urbes del mundo. Para mediados de ese año la aplicación entró en acción en los Estados Unidos, pero tuvo un inicio bastante flojo.

No sería sino hasta finales de 2011 que la compañía se expandiría a nivel internacional, llegando primero a París, Francia. Al año siguiente, Uber llegaría a Canadá, Inglaterra y Australia, marcando la llegada del servicio a la región de Asia Pacífico.

Hasta mediados de este año, Uber se encuentra disponible en 58 países y más de 300 ciudades a nivel mundial. A su vez, se calcula que su valor neto es de 50 mil millones de dólares y que generará 10 mil millones de dólares en ganancias para finales de 2015.

Problemas legales

Distintos gobiernos y compañías de taxistas en España, Londres, Bélgica, Francia, India, Estados Unidos y otros más empezaron a protestar en contra de Uber, alegando que la contratación de conductores no registrados resulta una medida ilegal y poco segura. Esto a pesar de que para ser conductor de Uber uno debe estar registrado como persona con actividad empresarial, así como pasar diversos controles de seguridad y calidad que incluyen exámenes psicológicos, toxicológicos y de confianza que garantizan la seguridad del usuario.

Si bien es cierto que una regulación sería lo ideal para apaciguar las demandas de la comunidad de taxistas, Uber sostiene que su servicio (con o sin regulaciones) ha resultado benéfico para diversas ciudades en temas que van más allá de una transportación eficiente.

Fuente deep