Despegan Drones Hechos en México
Todo comenzó en el 2008, cuando un grupo de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) decidieron reunirse para diseñar proyectos de ingeniería aplicados al aeromodelismo y aviones de radiocontrol, con el propósito de participar en la edición del SAE AeroDesign Brasil de ese año.
En la competencia obtuvieron resultados favorables y la oportunidad de aprender más de lo que se podía hacer con los sistemas aéreos no tripulados que ahora son conocidos como drones. La experiencia brasileña les abrió las puertas a estos jóvenes mexicanos para participar en otras competencias en Estados Unidos, lo que les permitió adquirir la experiencia suficiente para que en 2010 decidieran emprender el proyecto llamado Quetzal Aeroespacial. Su director general, Jorge Alberto Ortega Sánchez, recuerda la primera etapa de esa empresa.
“Quetzal es una empresa de desarrollo tecnológico, específicamente para sistemas aéreos no tripulados; encontramos un sector que prospecta mucho, que es el sector de la fotogrametría y la percepción remota, que básicamente son dos aplicaciones de la fotografía vertical; vimos cómo se podría hacer con drones, porque ya se hacía antes con aviones tripulados; a partir de ahí fue que comenzamos a desarrollar la tecnología para cubrir esos mercados”, puntualizó.
Tecnología nacional
Ortega Sánchez recordó que en 2011, con el apoyo del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) e inversión privada, comenzaron el desarrollo de sus propias aeronaves y algunos componentes, hasta lograr el diseño de su primer prototipo.
“Funcionó bien, sobre todo en los sistemas, la plataforma aérea también pero no como queríamos; en 2012 y 2013 la fuimos modificando y quedó la que ya funge como prototipo. En 2014 nos volvió a apoyar Conacyt para mejorarlo y un año después para que se consolidara como un prototipo de producto comercial que es justamente lo que manejamos”, destacó.
El director general de Quetzal Aeroespacial indicó que otro de los objetivos de este proyecto fue nacionalizar el desarrollo tecnológico en el ramo y que proyecte el talento mexicano en lo que se refiere a la ingeniería de alto nivel, lo que permitirá reducir costos y mejorar la calidad de las aeronaves que se importan del extranjero.
En la actualidad, dijo, el uso de los sistemas aéreos no tripulados (drones) es muy variado, desde el entretenimiento hasta rubros mucho más complejos, como el monitoreo y vigilancia para el sector seguridad e incluso, la coordinación de estrategias militares. En el caso de Quetzal Aeroespacial, el proyecto va enfocado al sector civil, en áreas como la agricultura de precisión, fotogrametría, monitoreo de construcciones, modelado 3D, apoyo a protección civil, turismo y cinematografía.
“Donde hay más futuro es en la agricultura de precisión, que es básicamente fotografía vertical para hacer un mapa del terreno; se toman imágenes con una cámara multiespectral que expone la reflectancia del terreno con la que se puede identificar qué tan saludable está antes de la cosecha, o después observar cómo queda el suelo y en su caso tomar acciones preventivas o correctivas para hacerlo más sano. Con esto se puede mejorar el rendimiento por hectárea, aumentar la producción y reducir costos”, abundó.
Hardware y software
Una de las partes más importantes del diseño de estos sistemas aéreos no tripulados son el software y hardware, pues permiten que estos drones puedan ser controlados de manera remota y que realicen sus funciones de manera efectiva, de acuerdo con el director de Investigación, Desarrollo e Innovación, en la división de Integración de Hardware y Software de Quetzal Aeroespacial, Omar Olvera Castañeda.
“El software que ahorita se está desarrollando es una estación de control en tierra, una computadora con un softwareque maneje los mandos del avión, cambiar los modos de vuelo, grabar en el autopiloto las rutas, configurar el modo de vuelo, qué tanto puede virar el avión, así como las inclinaciones que debe hacer”, explicó.
Olvera Castañeda puntualizó que, a partir de parámetros de la aeronave como son el peso, volumen y la capacidad de techo de servicio, se seleccionan los componentes, dispositivos electrónicos, las cámaras y sus lentes, todo eso, dijo, para adecuar la óptica al funcionamiento del avión y que les permitan hacer los mapas que se requieren de manera efectiva.