Salcido vs Sepúlveda. Cuauhtémoc vs Graco. Serrano vs el Voto Cruzado.

Cuando a muchos todavía no acababa de sorprender la decisión de irse/llevar a José Miguel Salcido Romero a la Secretaría de Educación, el hasta ayer Secretario presentó su renuncia. Desde un principio se objetaron distintas circunstancias legales para que se integrara al ejecutivo, pero como era de esperarse, no trascendieron. Al menos no en sentido estricto, pero antes de que algo ocurriera, mejor decidió dejar el puesto. El problema radica en que Salcido nunca imaginó (¿o sí?) que encontraría una fuerte oposición a su regreso a la silla del Presidente.

Sepúlveda no dio un paso atrás ni tuvo momento de titubeo, al menos ninguno que se notara. De inmediato hizo saber que él seguía siendo el Presidente del Tribunal aún cuando Salcido quisiera regresar. La bronca del Pleno fue intensa, más la de los pasillos que la de la propia sesión. Los magistrados no soltaban el celular, tres de ellos se reunieron con uno de los más recientemente nombrados. Recordemos que en Chihuahua la vinculación con el Ejecutivo y en general entre los tres poderes es muy cercana. Nadie quería dar un paso en falso pero a fin de cuentas no se logró homologar el criterio y se optó por el viejo truco de echar la pelota a la otra cancha, la del Congreso "¡qué alguien me explique!", como si se tratara de sketch del papá de Aislinn Derbez, comenzaron a oírse las voces que aseguraban que todo lo resolvería saber qué es exactamente lo que hizo la legislatura para el caso en cuestión ¿Concedió licencia como tal?

Sepúlveda no dejó de sostener que él era el Presidente; Salcido, desde temprano había señalado que su sucesor no había hecho bien las cosas y por eso prefería regresar. Uno de los secretarios proyectistas que andaban en el chisme comentó que seguramente el actual Presidente se seguía asesorando en el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, pero que ellos no eran tan buenos en la grilla como en lo administrativo.

Ambos fueron a visitar a su jefe político, que aunque de otro poder, no deja de ser el capitán del barco en que ambos viajan; de momento, Salcido tuvo que apechugar. Pero esta historia aún no termina y tal vez no termine en un buen rato.

Hace unos días que Graco Ramírez decidió irse contra el Cuau. Con suficiente apego a Derecho, pero con la maña política por delante comenzó a mostrar a Blanco lo solo que estaría sin alinearse con el señor del feudo. ¿Cuau tuvo la culpa? En parte, lo cierto es que el exfutbolista peca de ingenuo constantemente, pensando que con ocurrencias podrá gobernar. Olvida dos cosas, la vida pública en la práctica no es como en los libros y no ha leído muchos libros, así que depende de los buenos oficios de sus asesores.

La bronca ha ido creciendo a tal grado que el exseleccionado nacional afirmó ayer que si lo matan, el culpable sería Graco. Por su parte, el gobernador señaló que miembros del gabinete de Cuau están vinculados a "Guerreros Unidos", organización criminal de la zona. A juzgar por la situación y el carácter de los involucrados, la bronca va empezando.

Los que están trabajando horas extras son los operadores de Serrano, que se andan acercando a todos los grupos y estructuras formadas por los exprecandidatos, intentando acelerar la cicatrización del periodo y sobre todo evitar en la medida de lo posible el voto cruzado en donde las de perder las llevaría el candidato al ejecutivo estatal.